La granada es una fruta muy apreciada desde antiguo por su alto contenido en nutrientes, especialmente en potentes antioxidantes.
Contiene una gran cantidad de polifenoles, que tienen propiedades antioxidantes más fuertes que incluso el té verde o el vino tinto.
La granada y su zumo son conocidos por su capacidad para mejorar la circulación sanguínea y pueden ayudar a reducir la presión arterial.
Gracias a su contenido en vitamina K, la granada es importante para la coagulación de la sangre y el mantenimiento de la salud ósea.
La granada también es una buena fuente de fibra, que se encuentra en las semillas (pepitas) y es necesaria para una digestión saludable.
El consumo regular de granada puede ayudar a reducir los niveles de inflamación en el organismo, lo que es beneficioso para la prevención de muchas enfermedades crónicas.